Los espolones son calcificaciones producidas en el talón como consecuencia, generalmente de una fascitis plantar crónica. Los estudios de la pisada y el uso de plantillas tienen un importante papel en el tratamiento y la prevención de dichas patologías.
¿Alguna vez has sentido dolor al apoyar el talón en el suelo? ¿Un dolor punzante e intenso, como si estuvieras pisando una pequeña piedra o un clavo? Si la respuesta es sí, podrías padecer de espolones, también llamados exóstosis calcánea.
Se calcula que 1 de cada 4 personas padecen esta patología que suele verse causada por una fascitis plantar, lesión de la que ya hablamos con anterioridad, y que consiste en la inflamación de la fascia plantar, el tejido que une el talón con los dedos de los pies. Ya comentamos sobre la fascia plantar que aunque en un primer momento no llega a limitar la práctica deportiva, debía ser tratada lo antes posible o de lo contrario tendría efectos muy limitantes para el paciente, esto es el espolón.
Causas de espolones
Los espolones no son sino una calcificación que produce una excrecencia ósea puntiaguda sobre el calcáneo, la parte inferior del hueso del talón. Aunque también tenemos que tomar en cuenta que este tipo de dolor se puede confundir con una fascitis plantar, por cierto muy común tanto en mujeres como en hombres (ese será otro tema que trataremos en otro apartado)
La principal causa de espolones es una fascitis plantar que se ha vuelto crónica, debido a un diagnóstico tardío o un tratamiento inadecuado. Esto es debido a que el organismo acumula calcio en las zonas dañadas para recuperar el tejido. No obstante, recordemos algunas de las causas de la fascitis plantar y, por consiguiente, de los espolones:
Edad
Sobrepeso u obesidad
Gestos deportivos excesivos o práctica deportiva intensa (especialmente correr, balonmano o baloncesto)
Usar un calzado inadecuado
Pies planos
Sobrecarga de los tendones
Pasar largos periodos parados
Tratamiento
AUTOTRATAMIENTO
Aplicar hielo 3 veces al día durante un máximo de 20 minutos y usar plantillas o almohadillas en los zapatos puede aliviar el dolor. Tomar un analgésico, como el paracetamol, el ibuprofeno o el naproxeno, también puede ayudar., o utilizar electroestimulación plantar (Recomendación CQHB).
BUSCAR ATENCIÓN MÉDICA
Ante los siguientes síntomas, consulta a tu médico o fisioterapeuta de inmediato:
Dolor intenso y repentino
Incapacidad para caminar Ante los siguientes síntomas, pide una cita con tu médico:
El dolor continúa o empeora.
Limita la posibilidad de trabajar o llevar a cabo las tareas cotidianas.
Cuando ya estas en tratamiento médico o Quiroterapeútico estos pueden durar semanas o incluso meses, y esto depende de la constancia y disciplina recomendada por los fisioterapeutas, tu alimentación y los ejercicios que determinen tu rehabilitación. En caso extremos se puede recurrir a la cirugía, la cual siempre se trata de evitar.
Platícanos en caso de que sospeches tener un espolón o si deseas ahondar sobre el tema, nuestra recomendación para una mejor salud esta en CUIDANDO TUS PIERNAS Y PIES
Fuentes: Ergodínamica.com, wikipedia, mediline, fisionile
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